martes, 7 de junio de 2011

Alasdair Roberts - Spoils (2009)





Paso a paso, Alasdair Roberts se ha hecho con justicia a un lugar en el pináculo del folk contemporáneo. Comenzando con Appendix Out, banda de alineación variable que formó en los noventa, Roberts tuvo la suerte de contar con Will Oldham entre sus primeros fans, ganándose con ello un lugar en el sello de Oldham (Palace Records), para luego pasar a Drag City. Después de tres grabaciones con Appendix Out, cuatro como solista, y una grabación con el propio Oldham y Jason Molina bajo el nombre Amalgamated Sons of Rest, llegamos a Spoils, quinto trabajo como solista de Roberts, y en mi conepto el mejor concebido en su carrera. Al comenzar, el primer corte (“The Flyting of Grief & Joy -Eternal Return-”) supone un jugueteo entre las cálidas notas del piano y el bajo y una guitarra suave que recuerda a Nick Drake, abriendo el paso para la llegada progresiva de los más llamativos atributos del álbum: la densidad de las letras, que nos llegan a través del delicado gorjeo pastoral de Roberts; los característicos arreglos que incluyen instrumentos antiguos (como el clavecín y la viola de “The Flyting…”); la evocación de atmósferas rurales, donde el tiempo es otro. Aún cuando Roberts está radicado en Glasgow hace bastantes años, sus composiciones nos hacen sentir la marca de la Escocia remota de su infancia, el paisaje de paraderas, montañas y taluds.

El sonido folk y el espíritu del álbum continúan mientras los minutos se suceden, sin tratarse por ello de una empresa purista; en la creación de Roberts tomarán lugar, así sea solo por un par de segundos, ruidos de guitarra (en segundo plano) ejecutados con virtuosismo y sintetizadores que se funden con naturalidad y entregan al conjunto un sutil toque de actualidad. Los detalles de alta tecnología son combinados con maestría con instrumentos del barroco como guitarra española, dulcémele y zanfona (especie de violín mecánico en el que las cuerdas suenan por la fricción de una rueda accionada con manivela). En “The Book of Doves” aparecen precisamente estos elementos anacrónicos, en la recreación maravillosa de la historia de cierto manuscrito medieval –probablemente ficcional, pero esto es lo de menos. Roberts parece ser el único que logra hacer rimar hoy día “mammon” (personificación medieval de la envidia) con “Slamanan” (una villa escocesa a unos 50 kilómetros del remoto lugar en el que el compositor creció). Las referencias al medioevo y el paso a una modernidad desacralizada continuarán a lo largo de Spoils, álbum que en últimas es un intento extraordinario por dar cuenta de la continuidad de dos épocas que aún conviven de forma periférica. Con un estilo que recuerda la mejor época de Drag City, este álbum es, además de una bella experiencia sonora, un paso gigantesco en la exploración musical de Roberts.

Alasdair Roberts - Spoils (2009)

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